Pues eso, que las temperaturas han subido bastante y el termómetro marca veinte grados (sin el signo menos delante). Lo que se traduce en que todo Ottawa se ha puesto mucho más verde y bonito que en los meses anteriores. Como prueba comparar esta imagen del Parlamento con esta otra de hace solo un par de meses.
La gente por supuesto ha empezado a ocupar las terrazas como loca y ha comenzado la temporada de festivales al aire libre en Ottawa. De los más famosos es el Festival de Tulipanes, reproduzco aquí el origen del mismo que me contó una estudiante de historia que conocí en un bus. Durante la segunda guerra mundial, la princesa Juliana de Holanda se refugió en Ottawa. En 1943, embarazada y a punto de dar a luz en el hospital cívico de Ottawa, necesitaba que su retoño naciera en Holanda para obtener la nacionalidad que le permitiera ser sucesor. El gobierno canadiense declaró la sala de partos territorio internacional de manera que cuando la princesa Margriet nació obtuvo automáticamente la nacionalidad de su madre y pudo convertirse en heredera de la corona. Desde que acabó la guerra la familia real holandesa manda anualmente 10.000 bulbos de tulipanes como señal de agradecimiento, lo que ha dado lugar al famoso festival de los tulipanes.
P.D.: No puedo dejar de comentar que me paso el día enganchada a internet siguiente la evolución de la acampada en Sol y en el resto de ciudades. Me encantaría poder estar viviendo este despertar más cerca…
Marta se ha hecho un curso de fotosop para que pareciera que todo era blanco y frío, porque aquí la temperatura más baja que hay son 12ºC.
ResponderEliminarCuando dijo Ottawa quiso decir la Sierra de Cazorla.
;)